La vida y sus cosas.
Aún sigo descubriendo los mensajes tras cada experiencia. Estas vez, le tocó a Naty. Venía con unos malestares y dolores de cabeza que fueron intensos, por lo que pensé que lo mejor era salir de dudas.
Y así fue… salió su resultado + y debimos mantenernos en casita por 14 días, tal como lo dice el protocolo. En un STOP para revisar, para detenernos, mirarnos, cuidarnos y pelear algunas veces también… jejejeje… HOY FORMALMENTE SE ACABA LA CUARENTENA!!!!
Confieso que cuando me llamaron para darme la noticia… muchas cosas pasaron por mi mente. Me puse algo ansiosa y venían mil pensamientos con otras tantas emociones invadiendo mi cuerpo. Fue necesario sentarme en el sofá a respirar y reconectarme con ese momento cuando en marzo 2020 comenzó todo esto y llamé a las niñas a explicarles con naturalidad de lo que significaba el virus y la calma que debíamos guardar.
En un primer momento me pregunté: por qué Naty otra vez?. Por un momento la ví frágil (tan frágil como cuando la tenía de 9 meses y el diagnóstico de neuroblastoma)… por un instante la imaginé colapsada emocionalmente por el encierro de 14 días en su habitación y, sinceramente para ser honesta, pensé que no lograríamos mantenerla allí, pero una vez más, me demostró lo valiente que es y cuánta capacidad tiene… tanto como cuando el cáncer, para lidiar en su cuerpo y en su mente, con las situaciones complejas.
No comenté nada por las redes porque no sólo vengo de dos despedidas recientes por covid, sino porque también necesité estos días para estar en familia y procesar lo que me decía esto. Han sido días movilizadores y muy reveladores. Estar en casa 24/7 con todo y que tengo #disciplinapositiva en mi vida, es todo un reto. Menos mal que la tengo… que hay fé, que sigo buscando herramientas y que creo definitivamente en el propósito detrás de cada reto.
Entre mis reflexiones de estos días destaco la importancia de:
- El trabajo en equipo y la atmósfera de cooperación que debemos fomentar en los hogares.
- La necesidad de conexión que naturalmente nos mueve a buscar a otros.
- Promover los momentos de interacción, escucha, contención y compañía… a consciencia; en agenda, con intención.
- Fomentar el tacto nutritivo y la cercanía emocional a través de las caricias, los abrazos, la presencia (exrtrañé mucho no poder abrazar a mi Naty durante estos días).
- Los espacios de comunicación y honestidad emocional fuera de juicios y señalamientos.
- Sembrar genuinamente para cosechar frutos cuando lo necesitas y menos lo esperas.
El covid tocó la puerta y Naty se ofreció nuevamente de voluntaria para ser instrumento. Todos estamos bien. Ella está bien. He reflexionado en lo personal. Han sido días de mucho sube y baja emocional, no lo dudo. Como familia estamos pasando por retos importantes… momentos de muchos cambios como pareja, como padres y las niñas como hijas que ahora necesitan ser más independientes y tienen otras necesidades propias de su adolescencia y nosotros debiendo seguir adaptándonos cada día a la experiencia.
El servir a otras familias no me libra de tener pruebas profundas en la mía propia, pero sigo aquí confiando en el proceso, en nuestras capacidades y en la fuerza para seguir creciendo y evolucionando. Gracias a los que amorosamente estuvieron pendientes de nosotros y a los que pasaron por casa y nos ayudaron con super, regalos para entretener Naty, comida, medicinas e insumos. Gracias de corazón!.
Me despido de Uds y de la cuarentena, con esa frase que me llena de fuerza siempre:
LA FAMILIA; el mejor lugar para crecer.
Feliz semana y paz a tu corazón, en medio de tu aquí y ahora.
Luiza.