Como cada inicio de mes, aquí de nuevo entre estas líneas para compartirles algo de mis reflexiones y como estamos en abril, quiero dejar por acá un condensado de mis aprendizajes y mi cara a cara con el autismo en mi experiencia de ser teacher y acompañante de papitos con esta realidad en sus pequeños.
No fue sino hasta hace unos 5 años (por allá a inicios del 2016) que conocí de cerca el TEA: Trastorno del espectro autista y me lo presentó una mamá cuando se sentó frente a nosotras (mi socia y yo) diciendo: quiero matricular al niño con Uds y él tiene autismo.
What???. A la mamá la conocimos ese día, antes jamás nos habíamos visto y de repente estaba allí manifestando su deseo que desde ese momento, la acompañáramos con su tesoro de 2 años.
Cuando empezó a hablar esa mamá con sus argumentos, producto de solo info de internet y muchas horas de búsqueda y estudio (porque hasta ahora ni el pediatra había caído en cuenta) y yo en mi sentimiento de asombro ligado a mi necesidad de entender, en paralelo, sentí en mi corazón que esto era lo mío: acompañar a las familias a transitar sus desafíos!. Mi corazón latía rápido. Recuerdo que esa entrevista no duró menos de 2 horas mientras ella con detalle nos explicaba las características, para entonces, de la conducta y la interacción de su pequeño: come madera (si, madera. Todos los juguetes los rasgaba con los dientes, incluyendo cuna, sillas, etc), no tolera muchas sensaciones, no hay comunicación – sólo me toma de la mano para llevarme hasta lo que quiere-, no voltea si lo llamo, no juega como otros niños, es sumamente brillante, tiene interés marcado en números….. y por allí esa lista de cosas seguía y yo sólo escuchaba con atención, admiración y respeto.
Autismo: condición en la que el desarrollo del cerebro es alterado y esto afecta la manera en la que el niño/persona percibe el ambiente y socializa con otras personas, lo que causa problemas en la interacción social, comunicación y conducta.
Si, mi primera vez de cara con el autismo antes de conocer a ese príncipe hermoso con esas características que su mami con tanto detalle nos explicaba y si, la primera vez que sentí el llamado contundente y de forma muy clara de acompañar. Recuerdo ese día como si fue ayer.
Al conocerlo empezó la segunda fase después de saber la teoría.
Y ahora cómo canalizamos todo lo que sabemos con esto que es real, que vemos y sentimos entre nosotros?
Me llevó y nos llevó al equipo completo de maestras formarnos, hablar, estudiar… yo leía y leía e ibamos bajo la intuición y guiadas por los estudios, probando… ideando estrategias, anotando, encarandonos con aciertos y desaciertos todos los días.
En el transcurso de estos 5 años se fueron sumando padres, la mayoría apenas iniciados y algunos en 0 en ese camino de buscar respuestas. Y sí acompañé y seguimos acompañando. Ha sido maravilloso, sobre todo porque me ha permitido conocer historias de amor y valentía inigualables.
Por primera vez, sentí el deseo de plasmar un condensado de lo que el autismo me ha regalado a mi en lo personal, la lista pudiera ser grande, pero me aventuro a este ejercicio de consciencia con Uds. desde mi corazón abierto y sincero como maestra y como persona.
El autismo me ha regalado:
– Ver claramente mi propósito de vida e iniciarme en él: acompañar a otros padres a transitar sus desafíos. DESAFÍOS que tienen muchos nombres.
– Ser creativa para diseñar e inventar estrategias de abordaje hacia nuestros chiquitos.
– Ganas de estudiar, investigar, mucha necesidad de leer y documentarme.
– Un ojo muy afinado para poder estar atenta de manera oportuna a signos de alarma en el desarrollo de los niños.
– Mucha empatía hacia los padres y respeto hacia sus procesos de negación, aceptación, frustración y duelo.
– Energía y ganas de educar a otros padres y a maestros para entender que somos diferentes y cada niño necesita sus propias adaptaciones.
– Entender que el autismo es muy amplio y aunque hay características compartidas, todos los niños son diferentes.
– Mucha sensibilidad y tolerancia hacia aquellas conductas que en algún momento mi humanidad buscaba juzgar.
– Maravillarme al ver cómo entre niños no hay etiquetas ni juicio. Sólo amor y ganas de jugar con el otro, sin importar su condición de vida.
– Padres que han confiado en mí y me han abierto su corazón… eso me hace sentir muy agradecida.
– Más amor por la educación y la primera infancia.
– Más respeto y valor en la prevención, la educación / intervención / estimulación temprana.
– Sensibilidad antes las muchas formas de comunicación de un niño.
– El comprobar una vez más que en la familia está la base del desarrollo integral del niño y que somos un equipo.
– Que como en todo proceso… hay avances y a veces también retrocesos.
– Entender que es válido llorar y negar porque forma parte del camino, pero también necesario buscar, indagar, informar y actuar en pro del niño.
– Saber que no hay un techo o un límite. Cada niño es diferente y todos pueden lograr muchas cosas!.
– Que cada uno de nosotros, las personas, somos una pieza diferente y única, en la humanidad.
Wow si que me ha enseñado cosas.
Gracias por llegar hasta aquí y acompañarme. Si aún no te ha tocado, lee y empatiza. Si estás en el camino, te abrazo en la distancia.
Mi respeto y admiración a todas las familias que aún estan en el proceso de asimilarlo y a aquellas que ya más encaminadas, encontraron en el autismo un nuevo propósito de vida.

Mi agradecimiento de pie al autismo por enseñarme tanto.
Con amor en este mes de abril y siempre.
Luiza.