Conectar, conectar y conectar
Sentirse vivo?… nada tiene que ver con la conexión en las redes.
Es hacerse presente, estar aquí y ahora, consciente de tí. VIVIR… AMAR!.
Nunca tuvo tanto sentido esta palabra en mi vida!!!
Empecé a nadar en sus aguas en enero 2019 cuando por un fin de semana entero estuve sumergida en las profundidades de Disciplina Positiva; esa certificación que me ha invitado a la transformación de poquito a poquito. Allí pude encontrar lo que buscaba y más: entender cómo todas las situaciones desafiantes en la crianza de las niñas tenían un solo propósito: ellas buscaban conectar (de forma inadecuada, pero esa era la intención) y como yo me centraba solo en la conducta y en el mensaje profundo, pero mucho más allá pude ver cómo yo siempre queriendo conectar y pertenecer, hice cosas que quizás no iban conmigo apagando la voz interior en el camino de la vida.
Sin embargo, la palabra se ha vuelto experiencia.
Conectar con ellas, buscar conectar con la vida, con lo que me gusta y conectar conmigo misma ha sido el regalo más maravilloso de los últimos días.
En la entrada anterior les conté lo vulnerable que estaba por la mudanza y como esa era la manifestación física de mi movilización interna, lo recuerdan?, – quién no haya leído, puede ir a leerlo ya y volver (valga la cuña) -. Pues aquí sigo. Ya mudada físicamente y en teoría adaptada, pero la movilización interna sigue…. Continúa el desplazamiento, el auto descubrimiento, la incorporación de nuevas ideas y conceptos, la soltadera de cosas que no me pertenecen y así… sigo moviéndome de espacios internos, abriendo puertas y derribando paredes en mi ser.
A qué me ha llevado todo esto?
A conectar con lo que estaba escondido allí en el fondo; mi esencia. Y al conectar con ella es más fácil conectar con el otro.
Y qué rayos hago escribiendo sobre autoconocimiento, transformación y conexión con uno mismo en el blog de crianza?
Pues fácil.
Estamos de acompañantes de los hijos – desde una mirada consciente en la crianza -. Si les estamos acompañando a que se descubran, a que se escuchen, a que se valoren, se acepten y busquen sus propias respuestas, obviamente debemos guiarlos desde nuestra propia experiencia. Osea una experiencia vivida de verdad.
Jamás será posible conectar con la esencia de los hijos ni de nadie más, si estamos desenchufados de la propia esencia nuestra y en la medida en que andamos escuchándonos, evaluandonos, validandonos, aceptandonos, sintiendo y atentos a las señales de afuera, alcanzaremos un nivel de vida más consciente, más responsable y empoderada.
Esa es la historia que me inspira escribir la entrada de junio. Así se llama: conectar!.
Conectemos entonces!, te invito!!!.
Gracias por estar, por abrirte a los desafíos y andar en búsqueda.
Andar en búsqueda es buena señal.

Te abrazo con profunda esperanza y mucho amor.
Desde el parque: de mis lugares favoritos para conectar con la vida y conmigo misma.
Luiza