Dando bienvenida en 15 de enero?… si, así es!… la verdad yo aún estoy en modo “diseño de año”.
El último trimestre del 2021 dejé de escribir por aquí porque me sentía abrumada y confundida entre tantas cosas y aunque la cosa no haya cambiado mucho (🤭🙃) hago honor a las palabras intencionales de este año que son soltar y ordenar. Con estas dos acciones concretas en medio de mis tantas emociones, decido venir aquí y dar un cariño a este espacio, dar la bienvenida al ’22 (sin importar que ya pasó 1ro de enero) y seguir escribiendo y compartiendo; soltando la necesidad de que todo esté perfecto, luzca perfecto, se sienta perfecto o sea el momento perfecto.
Les cuento que al hacer de forma integral el cierre del año pasado solo pude decir: WOW!. Fue un año increíble por muchísimas razones. Fueron + 300 días de movilización emocional intensa, aprendizajes, reconocimientos, consciencia, momentos de luz, conexión profunda y maravillosa e instantes de sombra, oscuridad, verdades dolorosas y muchas dudas, pero reconozco y veo que todo fue válido y bonito a pesar de. A todos los que estuvieron: gracias por la paciencia 😘❤
Este año lo recibo diferente… con los brazos abiertos, pero en un estado de aceptación y no lucha (el año pasado lo que hice fue luchar y cuestionarme todo lo que sentía y lo que no sentía), pero después de tanto palo entendí que todos los procesos de autoconocimiento e introspección personal que viví durante 2020 y 21 no forman más que un nuevo estado de vida… de una vida que evoluciona, que se transforma y que vive más presente.
Me afanaba por terminar, porque ya dejaran de doler los descubrimientos, las emociones presentes o los recuerdos que empecé a aceptar, pero caí en cuenta que es un proceso y como todo proceso… lleva pasos, hay un engranaje y no se detiene… no una carrera, no un momento, no algo finito que ya debe terminar… cuando acabe este proceso es porque dejaré de respirar. Hoy caí en cuenta de eso mientras caminaba por el parque … así que en el 2022 hago las paces con mi proceso, dejo de exigirle cosas a la vida y empiezo a disfrutarlo todos los días porque este proceso se integró en mí y me hace hoy tener una nueva mirada ante la vida. Integro a mí no solo la reflexión, el autoconocimiento y la introspección, sino el coraje de aceptar todo tal cual fue y tal cual es y sigo caminando con la confianza que necesito para dejar de buscar resultados, sino para más bien disfrutar de lo que llega y de lo que se va o suelto de manera consciente aunque duela.
Gracias a este proceso he conectado con nuevas personas y me he alejado de otras. Han cambiado cosas en mí. Gracias a él entiendo que las cosas no sólo pasan, sino que me hago responsable y las co-creo junto a la vida y lo que no puedo controlar, pues intento fluir escuchando mi ser.
Quizás todo te parezca confuso, pero no pasa nada. En el blog escribo por mí… para sacar lo que siento porque es terapéutico y para compartir con quien desee sentirse invitado. Si eres de esos, pues te aliento a que en este 2022 inicies un camino de validación – o lo continúes si ya lo estás caminando-… y que bajes la info de la cabeza (donde está la lógica, la pensadera, las explicaciones y las razones) y te centres en el corazón. Allí podrás no sólo evolucionar tú, amarte y amar a otros, conocerte y transformarte, sino que serás un instrumento para tu entorno… tus hijos y tus generaciones futuras.
Te deseo un año bonito. Con sus traspiés propios del camino, pero lleno de aceptación, paz y fuerza para seguir adelante, cada día más cerca de esa forma en cómo te quieres sentir.
Feliz inicio de año a tí que me lees.
Te abrazo grande!
